sâmbătă, 25 octombrie 2014

Expresii spaniole de origine greaca sau romana


¿Sabes qué significa ser un “pájaro de mal agüero“? ¿Y una “mala pécora“?

¿Por qué decimos que una persona “se hace el sueco” cuando se está haciendo el desentendido? 

Todas estas expresiones y muchas más tienen su origen en la civilización griega y romana. Los filólogos Antonio Cascón, Rosario López y Luis Unceta nos lo explican:
Brillar por su ausencia
  • Diccionario de la RAE: No estar presente en el lugar en que era de esperar.
  • Origen: Tácito cuenta en sus Anales que en los funerales de Junia, hermana de Bruto y esposa de Casio, los más famosos asesinos de Julio César, fueron paseadas las imágenes de todos sus antepasados y sus parientes, salvo las de los dos tiranicidas, algo prohibido por ley. «En el sentir de Tácito, la ausencia de los dos asesinos de César fue tan notoria que les hizo brillar más que si hubieran estado presentes», señalan los autores.
Ser un pájaro de mal agüero
  • Diccionario de la RAE: Persona que acostumbra a anunciar que algo malo sucederá en el futuro.
  • Origen: Los romanos creían que a través del vuelo de las aves, los dioses les enviaban mensajes. La forma más desarrollada de este tipo de adivinación eran los auspicios, de avis y spicere, esto es, «observar las aves» y existía hasta un colegio de augures que asesoraba a los magistrados. Tanto agüero como augurio proceden del latín augurium, que significa «presagio, mensaje enviado por los dioses».
Ser el ariete del equipo
  • Diccionario de la RAE: Ariete > En el fútbol, delantero centro.
  • Origen: El ejército romano utiliza el ariete para abrir un hueco en la muralla que protegía la ciudad que pretendía conquistar. Hacía referencia de manera metafórica al carnero (aries, en latín) porque recordaba el ataque frontal de este animal. Para los romanos la comparación era tan clara que en muchos casos adoptaba la forma de una cabeza de carnero.
Poner el cascabel al gato
  • Diccionario de la RAE: Arrojarse a alguna acción peligrosa o muy difícil.
  • Origen: La frase procede de una fábula de Esopo, «Los ratones y el gato», en la que los ratones, hartos del permanente sobresalto que supone la presencia del gato, deciden en asamblea que es necesario ponerle un cascabel que los avise de su presencia. Entonces uno pregunta «Quis ligabit campanellam in collo cati?»
Hacerse eco
  • Diccionario de la RAE: Contribuir a la difusión de una noticia, rumor, etc.
  • Origen: «El origen mitológico de la expresión cuenta la triste historia de la Eco, ninfa que habitaba en el monte Helicón, donde la habían educado las musas», señalan los expertos, que relatan cómo tenía el don de pronunciar las palabras más bellas imaginadas y de embellecer o hacer que sonaran mejor las palabras más triviales. Zeus se encaprichó de ella, pero su esposa Hera, al enterarse de la infidelidad, la condenó a repetir la última palabra pronunciada por su interlocutor. Acabó oculta en una cueva donde terminó convirtiéndose en un eco.
Tener muchos humos
  • Diccionario de la RAE: Humo> Acepción 4. m. pl. Vanidad, presunción, altivez.
  • Origen: El origen del dicho está en la costumbre romana de colocar en el atrio las imágenes de sus antepasados, así como el fuego sagrado del hogar que no podía extinguirse porque su llama representada el alma viviente de los muertos. «Cuando más linajuda era una familia más renegridas estaban las “imagines” de sus antepasados; las máscaras habían recibido el humo del hogar durante años y años y, por eso, tenían muchos humos»
Ser un lujo asiático
  • Diccionario de la RAE: lujo extremado.
  • Origen: Los autores de «Dichosos dichos» cuentan cómo frente a la austeridad de los romanos y el rigor de los espartanos y de toda la Hélade, pronto se extendió por Grecia el tópico de la debilidad física y el estilo de vida ocioso de los orientales. El tópico lo heredó Roma, donde la ostentación fue considerada un vicio contra el que llegó a legislar.
Aunque la mona se vista de seda, mona se queda
  • Centro Virtual Cervantes: La condición de cada uno o los defectos naturales no se pueden encubrir ni cambiar con mejoras meramente externas.
  • Origen: En el diálogo «Alejandro o el falso profeta» de Luciano de Samosata(120-180 d.C.), este autor griego dice en un pasaje que ridiculiza a Alejandro Magno: «Una mona es una mona, aunque se vista de púrpura»
Tener la negra
  • Diccionario del español coloquial: Tener mala suerte.
  • Origen: La expresión se relaciona con la costumbre de los atenienses de elegir a sus magistrados mediante un sorteo que consistía en introducir en una tinaja tablillas con los nombres de los candidatos y en otra habas blancas y negras. Si a la tablilla con un nombre le correspondía una blanca, era nombrado arconte, pero si era negra era rechazado para el cargo.
La ocasión la pintan calva
  • Diccionario de la RAE: Expresión usada para indicar que se deben aprovechar las oportunidades cuando se presentan
  • Origen: El fabulista romano Fedro cuenta cómo los antiguos imaginaron a la Ocasión en una alegoría «en alada carrera, haciendo equilibrio sobre el filo de una navaja, con el cuerpo desnudo, calva pero con pelos en la frente, a la que podrás retener si la coges al pasar, pero si escapa ni el mismo Júpiter podrá atraparla».
Ser una mala pécora
  • Diccionario de la RAE: Persona astuta, taimada y viciosa, y más comúnmente siendo mujer.
  • Origen: «La expresión procede de la lengua agrícola de los romanos, que llamaban así al ganado malo, a las vacas, ovejas, cabras, cerdos e incluso abejas que no eran productivas», recoge el libro.
Andar como puta por rastrojo
  • Significado: Pasar por una situación incómoda.
  • Origen: Es posible, según estos autores, que el origen de la frase se encuentre en la fábula de Fedro «El mono y la zorra» en la que un mono pedía a una zorra gran parte de su cola para cubrir con decoro sus nalgas desnudas y la zorra le contestó «Aunque crezca, la arrastraré sin embargo por el fango y los rastrojos antes que darte a ti una parte de ella, por pequeña que sea»
Hacerse el sueco
  • Diccionario de la RAE: Desentenderse de algo, fingir que no se entiende.
  • Origen: Curiosamente nada tiene que ver con los habitantes de Suecia. «Este sueco proviene del latín soccus, que era el calzado utilizado por los comediantes en la antigua Roma», de donde proviene la palabra zueco. Por metonimia se llamaba soccus a los comediantes y a partir de ahí hacerse el sueco significó hacerse el desentendido como hacían los comediantes fingiendo que no entienden, equivocándose o tropezando para hacer reír al público.

Fuente: http://charlaenespanol.wordpress.com, www.keepcalm-o-matic.co.uk
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